A CIEGAS

 

El cine es un arte de gran repercusión a nivel mundial y aunque él distribuido masivamente generalmente nos viene de la poderosa industria norteamericana para tan solo la mera diversión, existe otro cine, generalmente menos ambicioso en tecnología, pero cumpliendo expectativas mucho más loables como la denuncia, divulgación, compromiso, crítica, reflexión, etc en el tratamiento formal del film. Se le llama cine de autor y no deja esto de tener un tono elitista y discriminatorio, que ya de entrada le augura una correcta carrera comercial; en el mejor de los casos y mayoritariamente una paupérrima distribución y recaudación. Por eso es una “rara avis”, que la idea de llevar al cine “Ensayo sobre la Ceguera”, del premio nobel José Saramago, de la mano de uno de esos cineastas que se encuadran dentro del grupo antes mencionado y me refiero a Fernando Meirelles; el realizador de “La Ciudad De Dios” haya tenido la suerte de conseguir salvar importantes escollos, entre ellos: la anuencia de su autor, con reiteradas negativas a propuestas anteriores, el apoyo de importantes productoras inviertan su capital para un proyecto muy caro y que tan diferentes países como Canadá, Brasil, Japón y Uruguay; que aportan además las localizaciones idóneas para mostrar unos escenarios tan complejos como los que presenta la novela, hayan entrado en la partida y sobre todo lograr un guión tan potente, que refleja el espíritu de la compleja creación de Saramago, y que ha sido la llave maestra para echar andar esta superproducción tan extraña en el panorama cinematográfico mundial. No puedo vaticinar la carrera comercial de “Blindness”, en España “A Ciegas”, pero no puedo dejar de expresar las sensaciones que me ha provocado la visión de la última cinta de Meirelles, que ha creado una obra tan implicada con la atmósfera de la historia, donde el tratamiento fotográfico; con escenas muy luminosas, casi quemadas y otras rozando las penumbras, la colocación de las cámaras, los encuadres extraños, los efectos de sonido, potencian en el espectador la sensación de que también esta ciego como los personajes del film. Y este tratamiento es perfecto para reflejar la indefensión en la que cae los habitantes de este mundo, ya que esta es la brillante y sencilla idea que se le ocurrió al genial Saramago, tan sólo que una epidemia misteriosa ataque la visión de todo el planeta, tan sólo perder un sentido y todo nuestro sistema de valores se colapsa, creando un caos y destrucción imparable. No han hecho falta ni catástrofes, ni la invasión de agresivos alienígenas. Porque aunque esta pueda parecer a simple vista una película apocalíptica más, en si es una poderosa fábula sobre la frágilidad de los andamios del mundo, sobre todo ese primer mundo, que se basa en valores tangibles y que nos han creado una falsa sensación de seguridad. Cuando lo que han hecho ha sido insensibilizarnos cada vez mas, cuando ya ninguna imagen nos impacta, ya que nuestros telediarios son una sucesión de escenas de violencia y muerte, mas tan lejana y casi abstracta que nos ha vuelto “ciegos” e impávidos, a salvo en nuestra torre de marfil del desarrollo. Un desarrollo que ha ido en proporción inversa a nuestra capacidad de emoción. Estamos ciegos, no en las tinieblas de un mundo lleno de la oscuridad del subdesarrollo, sino en un deslumbramiento tecnológico del desarrollo mal gestionado. Esto queda tan claro en el film que duele. Y a pesar de todo el autor no nos deja desamparados; aunque si lo hacen los gobernantes, las religiones, la justicia, el ejercito y hasta la prensa. Pero provoca en algunos de estos desvalidos seres el renacer de la solidaridad, que en ese desamparo los lleva a valorar lo verdaderamente maravilloso que atesora el ser humano: su espíritu de lucha y superación. Esta historia toca todos los estratos de la cultura, es mística, filosófica y humanista en sus planteamientos. Tanto que cuestiona, la belleza, la ciencia, el arte y la fe. A este HOMBRE, esa misma energía que lo ha hecho evolucionar le ha vuelto el alma de hielo. Es hora de rectificar, aunque nos deslumbren el entendimiento, aunque nos cieguen la sensibilidad, a pesar de haber perdido la capacidad de emocionarnos con las cosas simples de la vida. Aquí funciona perfectamente ese viejo tópico popular que dice: “no hay peor ciego que el que no quiere ver”. Que no hay peor ciego que quién por el camino olvido los valores y la humanidad. Pero este aprendizaje es doloroso y los hace llegar a cotas infrahumanas de sacrificio a aquellos que quieren seguir luchando. Y en la película desfilan todos los vicios y bajezas, y todas las virtudes y sacrificios, como en una nueva “Divina Comedia”. Hay escenas de una brutalidad emocional terrible y otras de tal belleza y sencillez que embargan el alma. Y esa sencillez es la esperanza que nos ofrece Meirelles para salvarnos, en un final caótico, mas ilusionante, que me hace pensar en una terrible y aleccionadora pesadilla.

 

Marvilla

Barcelona 2009


JOSEP MOMPOU 

 

Confieso hasta ayer, mi ignorancia con respecto al pintor catalán Josep Mompou. Ayer visité la retrospectiva que organiza la Caixa de Catalunya sobre su obra. Me dejó en principio la sensación de levedad, fragilidad y delicadeza que plasma en sus lienzos, especialmente en sus paisajes de costa, marinas y estampas de pueblos. Habiendo descubierto su parentesco con el gran compositor Frederic Mompou; sutil y preciosista en sus intimistas composiciones que van directas a la emoción, entiendo que en la obra pictórica de su hermano se reflejen las evanescentes e incorpóreas imágenes musicales creadas por aquel. Josep ha ido también; como el músico, mas ha buscar la conmoción que a reflejar la estampa o el personaje. Se decanta por el alma del tema. Sus pinturas son piezas de cámara. Esboza las formas, envuelve en gasas brumosas los paisajes, ofreciéndonos esa sensación tan particular de ver a través de un sueño. Esos velos que nublan nuestra vista cuando lo bello nos asalta de improviso atrapándonos y se nos desliza una lágrima franca. La belleza puede crear esa sensación de dolor y angustia en las naturalezas sensibles. Con esa sensibilidad, casi femenina, que pinta sus paisajes, Mompou nos trasmite de forma patente sus sentimientos. Quizá con su obra ocurra algo similar a lo que nos provocan a veces, ciertas películas. Las vemos y en principio no sentimos un gran impacto, pero la impresión no nos abandona y continua de manera subconsciente girando dentro nuestro y de súbito asimilamos lo que se nos presentó y el significado de las imágenes se nos revelan. La reflexión se impone al contemplar la obra de Josep Mompou.

 

Marvilla, 29 de marzo del 2009

 

ZENG FANZHI EN LA FUNDACIÓN GODIA DE BARCELONA

 

Dejarme caer por la Fundación Godia de Barcelona para conocer de primera mano a Zeng Fanzhi ha sido una experiencia reveladoramente estimulante. Perteneciente a una hornada de artistas cercanos a la cuarentena y elogiados por la crítica occidental y en propias palabras de Zeng :“ La Generación Afortunada”. Obviamente haciendo hincapié en tantos años de represión, reflejada también el lo creativo y como en otros tantos ejemplos de comunismos o regímenes totalitarios, que tan sólo usaron al artista como herramienta de propaganda y que el arte fuera ejemplo de los valores de una sociedad donde no prima el individuo, sino un pater estado protector, omnipotente e infalible.

Gracias a diversos condicionamientos sociales, económicos y políticos de los últimos años se han fracturado ideologías y modelos haciendo necesario los cambios de rumbo y mitigación de controles en muchos de estos estados de la órbita comunista. Entre ellos China, que obligada por las nuevas circunstancias de una cada vez más compleja y globalizada realidad mundial ha tenido que suavizar sus maneras. Unas nuevas pautas económicas y una cierta apertura de fronteras se revelan como una llave para evitar repetir la caída y fragmentación de la República China; como ocurrió en la antigua U.R.S.S y han obligado a volver la mirada hacia las economías occidentales. Estas circunstancias han permitido una explosión y cambio en infinidad de aspectos del gigante oriental y el arte; durante años sojuzgado y constreñido por pautas muy estrictas, no ha sido ajeno a estas licencias y rápidamente esta relajación ha permitido que empezaran a verse interesantes y revolucionarios ejemplos de ese fermento creativo. Afortunados por esta nueva realidad, hoy en occidente podemos disfrutar del talento e ideas de innumerables artistas orientales que están aportando unos aires de cambio muy estimulantes para todo el panorama artístico mundial.

Como es el caso particular del artista que me ocupa. Debo destacar la curiosa influencia del controvertido artista irlandés Francis Bacon en aspectos de la obra de Zeng Fanzhi, muy admirado por el artista. Sin embargo nos regala su propia relectura y plasmación del mundo creativo del maestro occidental. Igualándolo en maestría en el uso del color para crear atmósferas inquietantes, haciendo gala de una calidad técnica muy depurada y , donde el autorretrato también esta muy presente, pero con el sello personal de Zeng.

Obras que basculan entre el expresionismo abstracto y el realismo, pero siempre con un gran rigor estético y formal.

La Fundación acoge la primera visita del artista a España y lo hace con una serie de obras muy queridas para su creador. Cerca de una veintena de óleos jamás puestas a la venta por el artista.

Las primeras piezas que se nos ofrecen a la retina son una serie de grandes retratos de las figuras más representativas del comunismo ya sea por su vertiente filosófica, humana o política, que mantienen las características formales del arte propagandista impulsado por el régimen desde la época de Mao y que se encuentra entre los retratados. Gigantescos primeros planos de las caras de los que han sido iconos impuestos para varias generaciones de chinos, pero que ya no son tratados con reverencia, sino que a través de una particular técnica pictórica, realizada con el trabajo simultaneo de hasta cuatro pinceles, Zeng nos muestran unos rostros emborronados y caóticos que les otorgan un valor de controversia y cuestionamiento indudable, ofreciéndonos su particular visión sobre estos históricos personajes que aún influyen en la vida cotidiana del estado, pero con una imagen bastante lejana a lo divino y diáfano y más cercana a lo humano e imperfecto. Con este mismo personal tratamiento se ocupa del paisaje pero también impregnándolo de la particular desazón y angustia que me causaron sus retratos Se aleja diametralmente de los calmos y armoniosos paisajes tradicionales chinos para mostrarnos quizá la realidad compleja de un paisaje caótico y fuertemente enredado aún de la sociedad china, llena de contrastes y anacronismos de esta emergente potencia oriental en la cual late la energía de más de mil millones de almas y que es el entorno de esta generación de artistas chinos y que ya no sólo muestran el paisaje local, sino un paisaje globalizado y virtual. Son tres los paisajes que podemos disfrutar; uno de ellos de aproximadamente 5mts x 2.50 cms, todos de una naturaleza muy simbólica, que atrapan entre intrincadas vegetaciones al espectador y a través de los cuales se vislumbra un más allá bello y pacífico. Una vez superado el caos y ultrapasados estos obstáculos, se recuperaría la antigua paz que proporcionaban los tradicionales paisajes de los maestros dinásticos. Paisajes, que por la serie de efectos de nervaduras de su superficie, se me antojan ramificaciones neuronales que nos llevan de un punto a otro y por zonas, destellan, en vibrantes masas de color y volumen, como marcando etapas en el panorama laberíntico y confuso que es el mundo que nos toca vivir en los albores del siglo XXI. Mundo arcano y generador de innumerables angustias y que se puede asimilar a cualquier realidad del planeta. Sin duda inquietantes paisajes, bosques de matorrales espinosos de los cuales me costo desengancharme y que obligan a la reflexión y no nos dejan libres de culpa. Otra serie de obras la componen retratos y autorretratos de diversas medidas, donde más se aprecia la influencia baconiana en Zeng. Donde prima más lo sensorial, emocional y energético para reflejar el personaje, cuya silueta figura aislada sobre superficies de color plano y puro o incluso sobre el soporte descarnado de la tela. Figuras que inconclusas por sus extremidades o que se nos fugan en el espacio. Su particular tratamiento de la piel humana que nos hace sentir lo auténtico del personaje y donde capas de la dermis parece que han desaparecido para dejar transparentar la masa de carne y sangre que late bajo delgadas capas protectoras, y que sin piedad nos asemeja a todas las especies de animales, quitándonos quizá a los humanos, ese halo místico de ser especial para la creación que han perpetuado las religiones y exhibiendo sin pudor nuestra fragilidad y lo efímero de la existencia. Sin duda en sus autorretratos es en donde se evidencia todo el talento con el color que posee Zeng Fanzhi, sobre todo en los vibrantes e hipnóticos rojos; otro guiño al maestro irlandés. Tampoco se aprecia curiosamente, en sus autorretratos los típicos rasgos orientales y si destacan unos expresivos y enormes ojos, junto a gruesas y sensuales bocas. A su vez es curioso el desproporcionado tamaño de manos, pies y cabeza de los personajes. Tal vez el autor quiere reflejar de esta manera esa actual China heterogénea y confusa, donde aún conviven el nuevo chino de las ciudades, con sus oficinas, su culto al dinero y las grandes empresas internacionales y la otra, todavía apegada a lo rural y fabril, donde esas enormes manos y pies simbolizan quizá, los restos fisionomicos de ese chino aún en trasformación y que hace ver a todos esos hombres de traje y corbata un tanto artificiales y disfrazados, a medio camino entre el campo y las multinacionales.

Habrá que esperar grandes propuestas aún de un artista tan personal como Zeng Fanzhi, en plenitud de facultades y que me ha proporcionado enriquecedoras sensaciones al descubrirlo. Lo celebro y animo a la gente a pasarse por la Fundación Godia de Barcelona, sin prejuicios y dejar que el artista los seduzca con su talento ya que no defrauda.

 

Marvilla 2009

 LA INSEGURIDAD COMO TEMA

 

Esta demostrado que las fuerzas sicológicas que nos pueblan suelen mostrarnos panoramas mayoritariamente negativos. Esas imágenes que se revuelven en nuestra siquis tienden irremediablemente, con inercia imparable hacia lo negro y aciago. Es una deformación cultural, que aparece en nuestros primeros años de vida. Son esos miedos maternos, esos NOES que nos han inculcado y que ha su vez ellas llevan grabados también en su memoria y que reiterados, también poblaban el de sus madres, etc..., lo que las lleva a decir invariablemente: NO, no hagas esto, no toques esto, cuidado!, que esto no es para jugar, etc. Quizá si nos hubieran enseñado en positivo, haciendo incapie en un enunciado afirmativo, el camino hacia la seguridad sería menos inquietante. Ya se sabe, parece simple, pero el ejercicio de positivismo, a la especie humana le resulta una tarea ardua. Tal vez este haya sido el acicate que me ha llevado a crear esta obra; "Crueles Redes de Inseguridad" en la cual reflejo esos tantos miedos, dudas, o barreras que vamos poniendo nosotros mismos en nuestro camino de crecimiento personal." La vida", es ir desbrozando el sendero de malas hierbas y obstáculos, de buena manera, con perseverancia y sin pausa. El fin lo justifica, estamos como se dice labrando un camino, que queremos diáfano. Cuanto más despejado y claro sea ese sendero, mejor transitaremos por él y eso se traducirá en un paso seguro y esclarecido. De ese paso firme seremos los primeros beneficiados, a partir de aquí podrá ser inspiración para otros que se sumarán a ese andar y entonces sera un "marchar". Sino esas redes se irán enmarañando más y más, y al final seremos indefensas presas de la manipulación, ese monstruo propio y ajeno que siempre nos encara con su negatividad. En este caso concreto la obra refleja un estado particular de mi breve historia como artista. Es el reflejo de un estado de animo que me llevaba a crear mis trabajos sintiendo que eran cada vez más auténticos y logrados y a su vez, por otro lado y de forma paradójica por mi parte, la búsqueda de excusas que retrasaran el enfrentamiento con el mundo real y el juicio de aquellos que vendrían a dictaminar el valor de mi hacer. Hoy, exorcizado ese infantil e injustificado temor, me siento como los seres de mi cuadro; que han surgido al azar , y que pueden intuirse en mi obra, libre. Esos seres resbaladizos (marinos?), que pueden ser atrapados, mas esta en su fuerza y lucha la última acción hacia la libertad.

Hoy, he cortado cadenas, he roto cepos, me he deshecho de las telarañas que me inmovilizaban, indefenso. Finalmente me he liberado de esas redes, ha empezado la catarsis. Un camino despejado se abre extenso e incierto..., pero intuyo el horizonte...

 

Marvilla 2010

"Crueles Redes de Inseguridad"
"Crueles Redes de Inseguridad"

Anterior                                                                                                                                                                                                Siguiente