Lágrimas De Tortuga

A las playas de Guatemala regresaron las tortugas

con esa misión vital escrita hace siglos;

vivir para desovar en una noche

un racimo de lágrimas por la fortuna,

blancas promesas de esta especie

enterraron hasta que se ocultó la luna

cualquier rastro de toda la progenie,

a su suerte y se perdieron en la espuma,

desaparecieron bajo la superficie,

fueron comidas por las aguas oscuras.

 

-Rompí la dura cáscara de mi segura morada

y cavé un túnel hacia la luz con mis aletas

conociendo la humedad de las arenas-

 

Por la supervivencia en una mortífera carrera

iniciada en un huevo que la esperanza alumbra.

 

-Oí en mi cabeza una razón para ir a la espuma

que rompía con salvaje potencia en la orilla

y sentí en mi ínfimo corazón todas las olas-

 

Por una razón que trasciende la cordura

del individuo se pone al frente al instinto

frente a la cabeza con sus razones.

 

-Sentí el roce de los ángeles exterminadores

zumbando derredor ensartando a mis hermanas

y seguí a la carrera en la más tenaz inconsciencia.

Quería vencer esta lidia al mejor por las arenas

y atrás dejé el miedo avanzando por inercia-

 

Legando tras la cruzada su casta para el mañana

es garante de la más pura índole de la raza.

 

-Al fin rompí la arisca película del agua;

en un déjà vu recordé la amable liquidez marina

y nadé sin saber que era algo que ya sabía

para huir de aéreos torpedos que el mar hendían-

 

Con un hambre que vencía cualquier delicadeza

con una misión que también era inexplicable

en la mente del cormorán martillando.

 

-Finalmente vencí todos los peligros que surgían

creciendo a la fuerza en mi sangre el valor

pasé a ser ese predador que muchos temían,

por mi fiero pico y mi recio caparazón-

 

Como en esta leyenda hay varios siglos de lucha

de la vida por sacar partido al ser mejor

perpetuando la excelencia de cada casa.

 

-Otra vez marchamos las mejores rumbo a las playas

con ese impulso atávico de una misión sacra;

con el deseo de vida moviendo las aletas

sabíamos de nuestra fuerza y resistencia

como lo saben los buenos atletas-

 

Enfrente surgió una barrera insalvable,

una mancha intrincada que ató sus aletas,

las cazó una isla de plástico inefable

de desechos monstruosos y fueron muertas.

Hoy a las playas de Guatemala llegan

desechos de tortugas, gaviotas, cormoranes

vencidos por una especie que todo lo siega.

 

 

  

 

 

©Marvilla

Terrassa, 7 de Julio de 2018

Ropajes

El enigma insondable del mañana

ni una hebra de hilo muestra.

¿Qué traje me traerá este día

que atuendo luciré en esta gala?

 

Hubo días que trajeron túnicas

bordadas de aires soleados

entre jorobas de dunas bronceadas,

Frufrú de sedas hubo hace tiempo;

en reinos de marajás o de sultanes,

jugando en el viento con cascabeles

como sonoros cristales de risas,

con tiernos juncos juveniles

bulliciosos de rebeldías cimbreantes

en deseo flotando como las nubes pueriles

como bandada majestuosa de grullas.

 

¡Oh mañana, profundo abismo!

 

¿Llegarán aún más ropajes

para vestir de ilusoria fantasía

los ensueños latentes en estas carnes

que aún tiene rincones de utopía

e inexplorados senderos veniales?

 

Desnudo espero, pudor en mis carnes,

en el primer atavío del primer viaje

temblor de carne ante nuevo ropaje

¿Mas oh, incógnito mañana sin pistas

ya llegué al invierno de recias capas

o brilla una gota estival de sudor

pronta aún a bajar hasta los valles

de estas carnes gastadas

hacia mañanas de juegos sensuales?

 

-Promisorio revuelo ondulante de gasas

albur de irresponsables locuras

deseo de mieles y noches calurosas

bajo el níveo algodón de frescura

temblor de la piel bajo la tela-

 

Desnudo indefenso en madurez carnal

este hibernal ocaso ya me deshoja,

crepito como el leño que se apaga,

danzo en fuego bajo un chal de ceniza;

refugio que mis ascuas enmascara;

hoy murrio esta el fragor que urdió mi alma

y las vestes de ceremonia arrugadas

se hacen jirones dentro de mi arca.

 

El silencio susurra en las ventanas

sus garras en las pesadas cortinas clava

ululan silencios entre ópalos, en la copa

de whisky que acuno en la congoja...

 

Mas pongo como testigo y muestra

el baúl abierto con todas mis galas.

Juzga tu mismo, contempla

toda mi historia ante estos jirones,

los tejidos de todos estos trajes

como las plumas de mis alas,

como un mapa de mis viajes.

Sigue si tan solo ves lo aparente,

pasa si son pocos mis oropeles,

si solo quieres túnicas relucientes.

Curtidas, desnudas ofrezco mis pieles

añejadas en cubas de Pedro Ximénes.

Juzga tu mismo mis prendas,

muestro mi vida, muestro mis ropas.

Se ha descosido lo que era ya muy pueril,

zurcido algún siete fruto del camino,

mas aún sobrevive algún tejido sutil

o luce fresca esa chaqueta de lino.

 

 

  ©Marvilla

Terrassa, 14 de Julio 2018