¿No sé por qué escribo?
en que hora se prende la mecha
que rauda corre encendida,
que corre hacia mi cabeza
desde ese lugar incógnito.
Y yo sin saber donde nace,
donde esa llama se gesta
que a mi pensar da alcance,
como una bengala ilumina
mis oscuras entrañas y
lanza la idea que ya germina
entre los ácidos de mi estómago,
como volcán imponente estalla,
sube como lava por mi esófago,
audaz traspasa la traquea,
en pasión de fuego, va por la laringe,
acampando en mi garganta,
sedienta en mi saliva va a nutrirse,
el abstracto canto de sentimientos,
quiere unos dientes, una lengua,
que articule los ardientes fermentos,
quiere una voz que la escriba,
¿Y yo sin saber dónde nace
esta pasional aventura mía?
Quizás desde la planta del pie crece,
en el roce con fecundas tierras,
con la salada agua marina que mece
mis pies desnudos y trepa,
en espiral, por el tronco de mis huesos,
o dando brincos incongruentes,
entre mis equidistantes vellos,
hasta las sinuosas esquinas de las ingles
ahí en erógenas sombras un rato se pierdan
entre juegos de sexos volubles,
entre condimentos de picardía
que agreguen matices y cuerpo
al músculo de estas ideas,
al trepar por mi sensitiva columna
inyectadas de nerviosa adrenalina
que alejen prejuicios y urdan
una ruta desde el coxis a la médula,
burlando la atención del cerebro,
ganar la región donde trémula
palpita la absurda imaginación
y vislumbrar un poético ente
latir como una ilusión,
ya un esbozo, al fin despierto,
reluce en verso, en cadencia,
sin yo saber donde nació,
no me lo explica la ciencia,
entiendo que no necesito,
intuyo, que no tiene explicación,
no se le revela al instrumento
los motivos de la creación,
soy al fin esa simple herramienta
incapaz de dar respuesta,
la sencilla voz de un poeta,
una idea me impulsa, perentoria,
a escribir, para que no me muera.
©Marvilla
Terrassa, 4 de Junio 2017
Una vela encendida
Entre los páramos
De otras vidas,
Una llama encendida
Entre carámbanos,
Prendida,
Débil bujía
Bajo la blanca luna,
Entre estrellas frías
Su pábilo arde,
Se acuna.
En sus lejanías,
Bajo un sol de justicia,
En su pasión arde;
Como la razón
Encendida.
Con fuerza ilumina,
A veces con fiereza
Y se quema mientras
Cae en gotas la vida
En la derrota.
Silban las corrientes
Junto a la orilla
De cera derretida
Que el viento despeina.
Trae sones de piedras
La mar bravía y
Aquellas otras piedras
Ya enmudecidas
Se lleva,
Mientras te angostas,
Llameante vela,
Entre agonías.
Ínfima eres vela
Y sigues encendida,
En ti misma acurrucada
Pero ahí sigues,
Resistiendo tormentas
Que apagarte intentan.
Oscilante sigues,
A veces tan férrea
En llamas encendida
Te aferras, porfías
Por dar un rayo
Más de luz
En esta vida.
©Marvilla
Terrassa, 13 de Noviembre 2017