En aquel vital instante,
fortuna toda por una mirada,
brillante ese lucero del alba.
Por ti cascabel, bullicio;
sin ti, vacío silencio de ecos.
Eres mi bálsamo tenaz;
sin él, fatal debacle del juicio.
Brújula a la lucidez,
mapa al país de la fantasía;
sin ti callada la risa,
anestesiadas las claves del juego.
Cuando el abismo se abre
sale de ti la palabra, la calma.
Sin tu luz, el hastío insoluble.
Valhalla definitivo,
perfecto orden, vencido el caos.
Sin ti, aciago batallar;
polvo acre muerdo, laureles secos.
Por ti late agitado,
fuego que abraza, agua que sacia,
infinito conquistado,
paz acunada, sonidos del alma.
Bajo tu claro halo voy
fortuna toda, por una mirada,
brillante de ese lucero del alba.
©Marvilla
Barcelona, 8 de marzo 2014
Alada va la casa,
danzan las faldas,
las blancas alpargatas
saltan a ráfagas y
hay a cataratas,
claras carcajadas.
Ya caramba,
bajan las damas,
a la mañana, a la mar,
carnal carnaval,
lanzadas zancadas
para charcas salvar,
para vallas saltar.
Cargan manzanas,
las anchas canastas
y saladas castañas,
más asadas patatas
para la yanta.
Pavadas charlan,
jarana, parrandas.
Para matar la maldad
cantan las campanas
y amarran fantasmas,
a sagradas gasas,
las nacaradas hadas.
A azafrán la vaharada...,
a lavanda, mana
van a catar la paz callada
la amada calma
anclada a las carrascas
plantadas y hamacadas
valsan las arañas.
Aladas pasan las majas
captan la llamada,
cabalgan las zarzas,
para bajar la atalaya
batallan las ramas,
ya van a alhajar la playa,
y la mar atrapa la bandada
ya las traga la nada cansada.
Y ya vaga mansa la barcaza.
©Marvilla
Barcelona, 19 de abril de 2015