Murallas

UNA barrera inmensa de agua nos separa,

líquida transparencia fronteriza al sílice,

a la vez migratoria pradera esmeralda

o acerada cadena de montañas en guerra.

 

UN planeta distinto con otra consistencia

me aísla y me exilia

y me asila en una orilla.

 

ACUARIO de rarezas licua en apagadas simas

mis pocas monedas de tiempo, las oxida.

 

MEMORIA deviene arena, se vuelve insoluble,

sedimenta y se erige a su vez muralla,

de mi fugaz estampa que se deslíe en agua.

 

MI idea, mi ser de arena, de tierra polvorienta

al fin será nada en una ráfaga de tiempo.

 

NO sé si fui yo o el capricho de la naturaleza

quién levantó muros ante amadas caricias

que sucumben sin llegar a concretar el gesto.

 

GOMOSOS relojes se estiran y se contraen

en una mueca grotesca y surrealista

mientras juegan con todos nosotros.

 

LAS madejas de hilos de las horas

ruedan y se enredan; se atan y desatan,

no saben tejer la calidez de una manta

con el abrazo aromoso de mi hermano.

 

LOS recuerdos huelen a cuarto cerrado

si no se airean de tanto en tanto,

si no se tienden ante la indulgencia,

en el calor hogareño, de la mirada

de los padres en el iris de los hermanos.

 

ME conformo o rebelo conmigo y con todo

cada vez que siento un baldío en el pecho;

de espaciales silencios, vacío blanco nace.

 

SE irán cerrando los postigos en las moradas,

en los castillos de arena no se oirán voces.

 

DEMUDADO acabaré oyendo echar las aldabas,

y al viento que se cuela por los portones

silbando con el tiempo un remedo de carcajada.

 

¡VAMOS a derribar con enérgicos mazazos

todas las murallas por nosotros levantadas,

que quiero regresar a todos los abrazos!

 

 

 

 ©Marvilla  

Terrassa, 18 de Marzo 2018

Mudas Lenguas

Noche de rotos cristales del miedo

penumbra susurrante consuelo

noches sin lenguas mudas de duelo.

 

 

 

 

©Marvilla  

Barcelona, 14 de Febrero 2016

 

 

 

Ofrenda

Llegan con la espuma del mar como vestidos de encaje,

aún el deseo no se deshace escrito en la frente oscura,

brilla en toda su tristeza reflejado en el mar y la luna;

aún late en la sien la vena, como un camino a la aventura,

en la quietud late, en la tierra desconocida y difusa

de las almas deshilachadas en busca de un universo,

ola de indefensos, como palomas con cara de Jonás,

a la hora de la verdad, ansia es una ofrenda sacrificada

entre algas y conchas, vomitada a la hora de la verdad.

Se vio un grito cruzar la aciaga noche como una estela

hasta hundirse pesado cual ballena en la rotunda negrura.

 

 

Vidas ejecutadas, confusas bajo el turbión caen en las fauces

agitadas de los mares, irrealidad de cruces de premonición,

rota la ilusión topa de bruces con la bravura de la realidad.

 

 

Fiereza de rocas abre brechas y el espíritu transmuta en flecha

lanzada, muda al fondo, para engarzarse en el rubí de la arena;

flechas de la esperanza, rotas saetas hacia el futuro deshechas;

este carcaj de muerte es insustituible porvenir malogrado,

humanos haberes ahogados restan al mundo tantas suertes,

ideas, gestas, logros se diluyen en la nada para siempre.

 

 

Llegan los sueños inertes entre los encajes de espumas,

de muerte cosida la boca, de las especies que se extinguen,

son en la frialdad del paisaje cicatrices indelebles y

serán en mis pesadillas una imagen para siempre.

 

 

 

 

 

 

©Marvilla  

Terrassa, 10 de Junio 2018