Tensa Torsión

Cada travesía, eterno un tira y relaja

de añorado pasado, en el azar del hoy,

andando siempre al toma y daca

sujetando cuerdas que se vuelven a tensar.

 

¿Mientras el futuro mengua,

ya acecha la aurora de la alarma?

 

Mientras existencia sangra sin tregua

en las velas anida callada otra tromba.

¡Óyela bramar y como se deslengua

mientras despuntan auroras dando palmas!

La vida se tumba oblicua por la torsión.

Inválidos sus paños se comban,

dicen ánimo, en genuflexa inclinación

Impávidos paños que en aire tremolan

por la existencia en tensa oración...

 

Huye una salobre ráfaga de gaviotas

y algún otro cabo se habrá de cobrar.

El que pueda, que de las gracias

si tiene unas fieles manos cerca

izando velas, recogiendo cuerdas

para salvar los palos de las inclemencias.

Porque igual habrá un asalto futuro,

una implacable torsión espiral de lucha,

una imprevista estocada de la fortuna

en que solamente tus manos lleven el escudo,

solo alcen rusientes antorchas tus manos,

débiles, en la callada de una noche bruna,

cargadas de ausencias solamente tus manos

señalando un rumbo en la nada escura.

 

 

 ©Marvilla

 Terrassa, 9 de Diciembre 2017

 

 

Caja China

Soy más rendido hijo de la luna

que adorador del rubio sol;

más sombra de lobo que aúlla

que gallo estridente de ardor;

más sigiloso felino conquistador

de besos bajo estrellas fugaces

que pájaro perseguidor de nubes

falaces, de pompas con prisas.

Tengo mi manera de amarte vida,

de buscar tus besos brujos,

de saborear el mana en tu saliva.

Para mi vida eres una caja china

de sándalo, brillante de laca roja,

cerrada, celosa de sus misterios, ladina.

Fragante urna de palo santo,

picor de cúrcuma y de pimienta,

acre sorpresa de hiel amarga,

o miel de abeja dulce plena

lo que encierra la muy larga.

Energía cuesta, mucha, conocer su fondo

se gasta la vida en este empeño.

Yendo vivaz, al paso o a trancos lentos

quiero llegar a conocer mi reino,

el que me gané con mi llanto,

con gritos recibiéndote en albricias

el año que rasgué aquella madrugada.

Llevo un racimo de sueños en el puño

sonando como un manojo de llaves.

Voy a intentar abrir las cerraduras,

todos los cerrojos de los portales,

de todas las recias puertas

de este mundo ancho.

 

 

 

 ©Marvilla

Terrassa, 4 de Febrero 2018